ROMA — La Unión Europea estudia sancionar al jefe de la Iglesia Ortodoxa Rusa en su próxima ronda de medidas para castigar la invasión rusa a Ucrania, dijeron diplomáticos de la UE el miércoles al abrir un nuevo frente religioso en el régimen de sanciones.
La propuesta, que requiere la aprobación de los 27 Estados miembros del bloque, generó inmediatamente críticas de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que también fustigó al papa Francisco por sus declaraciones recientes sobre el patriarca Cirilo.
Cirilo, titular de una de las iglesias más grandes e influyentes de la ortodoxia oriental, ha justificado la invasión rusa con argumentos espirituales, calificándola de batalla “metafísica” contra Occidente y sus “desfiles gay”.
Tres diplomáticos con conocimiento directo de las discusiones dijeron que las negociaciones para agregar a Cirilo a la lista de individuos sancionados por la UE continuaban el miércoles. De ser aprobado, Cirilo estaría sujeto a prohibiciones de viajar y congelamiento de bienes. La lista de sanciones abarca actualmente a 1,093 individuos, incluidos el presidente Vladimir Putin, varios oligarcas y 80 entidades.
La Iglesia Ortodoxa Rusa dijo en un comunicado el miércoles que las sanciones no intimidarán a Cirilo y solo servirán para prolongar el conflicto.
“El patriarca Cirilo viene de una familia cuyos miembros han estado sujetos a décadas de represión por su fe y estatura moral durante la época del ateísmo comunista militante, y ninguno de ellos fue intimidado por la perspectiva del encarcelamiento y la represión”, dijo el vocero de la iglesia Vladimir Legoyda en su canal de mensajes por app. “Solo quien desconozca totalmente la historia de nuestra iglesia piensa que es posible asustar a sus clérigos y fieles al incluirlos en cierta clase de listas”.
Añadió que la medida demoraría la perspectiva de paz “por la cual la Iglesia Ortodoxa Rusa reza con la bendición de Su Santidad el Patriarca en cada liturgia”.
Cirilo ha repetido las denuncias infundadas de Putin de que Ucrania se había lanzado al “exterminio” de los leales a Rusia en Donbás, la región oriental separatista de Ucrania que desde 2014 está en poder de grupos respaldados por Moscú. En sus declaraciones más recientes, negó que Rusia lanzara la invasión.
“No queremos pelear con nadie. Rusia nunca ha atacado a nadie”, dijo el miércoles al cabo de la Divina Liturgia en la Catedral del Arcángel en Moscú, según el texto publicado en el sitio web de la iglesia. “Es asombroso que un país grande y poderoso nunca ha atacado a nadie; solo defiende sus fronteras”.