La sequía que hasta hace solo tres meses laceraba a la mayor parte del estado dorado, ha cedido el paso a ríos, cascadas, lagos y embalses llenos de agua.
En California normalmente “el 75 por ciento de la precipitación anual, compuesta por lluvia, nieve y granizo, cae de noviembre a marzo”, según el Departamento de Recursos del Agua de California (DWR por sus siglas en inglés).
Sin embargo, en los últimos tres años, los veranos eran cada vez más cálidos y los inviernos históricamente secos, llevando al territorio a un estado de sequía extrema.
Pero este año el panorama es completamente diverso después del impacto de 19 ríos atmosféricos que iniciaron desde finales de diciembre del 2022.
Actualmente, las reservas de agua de embalses se encuentran en un 106% de su capacidad con respecto al promedio para esta época del año. Las fotos muestran lo que anteriormente eran zonas desérticas, ahora con caudales de agua que no se habían presenciado en años.
Entre ellos, 12 de los 17 embalses más importantes de California se encuentran con reservas de agua por encima de su promedio histórico, incluyendo el lago Folsom, y “el lago Oroville se encuentra actualmente al 83% de su capacidad con 2,9 millones de acres-pie de agua”, según el DWR.
Además, el DWR informó este lunes que la capa de nieve que cubre las sierras y montañas del estado, “es una de las más grandes de la historia, lo que alivia la sequía”, pero también deja consigo preocupaciones por inundaciones una vez se derrita.
“Las severas tormentas e inundaciones de este año son el ejemplo más reciente de que el clima de California se está volviendo más extremo”, dijo la directora del DWR, Karla Nemeth. “Después de los tres años más secos registrados y los devastadores impactos de la sequía en las comunidades de todo el estado, el DWR pasó rápidamente a responder a las inundaciones y pronosticar el próximo deshielo. Hemos brindado asistencia para inundaciones a muchas comunidades que hace solo unos meses enfrentaban severos impactos de sequía”.
De hecho, las tormentas de este año han causado estragos en el estado, incluyendo inundaciones en la comunidad de Pájaro y en las comunidades de los condados de Sacramento, Tulare y Merced.
No obstante, el DRW mantiene la invitación a conservar agua en todo el estado, pues “las condiciones de sequía a largo plazo en la cuenca del río Colorado también seguirán afectando el suministro de agua para millones de californianos”.