La familia de Kristin Smart, una estudiante universitaria cuyo cadáver nunca ha sido encontrado, ha demandado a la universidad de California donde supuestamente fue asesinada, según documentos judiciales presentados el jueves.
Paul Flores fue condenado por el asesinato de Smart en 1996 en la Universidad Politécnica Estatal de California en San Luis Obispo, donde ambos eran estudiantes en aquel momento.
El padre, la madre, la hermana y el hermano de Smart acusan a la universidad de negligencia, homicidio culposo e imposición negligente de angustia emocional.
"Los incumplimientos por parte de Cal Poly de su deber legal incluyen, entre otros, los siguientes: no siguió un caso de persona desaparecida con prontitud, no entrevistó a los testigos a tiempo, no selló la habitación del sospechoso principal como escena del crimen, permitió que la habitación del sospechoso fuera desinfectada y limpiada antes de ser registrada, y no registró la habitación del sospechoso hasta dieciséis días después de la desaparición de Kristin", afirma la familia en la demanda.
La familia también alega que antes del asesinato de Smart se habían hecho otras denuncias sobre Flores "por su comportamiento amenazante, acosador y hostigador" que la universidad no investigó a fondo.
"Si Cal Poly hubiera actuado correctamente sobre esos informes, llevado a cabo una investigación y disciplinado adecuadamente al estudiante, éste no habría estado en el campus y, por lo tanto, no habría podido asesinar a Kristin", afirma la demanda.
Cal Poly San Luis Obispo no hizo comentarios "ya que se trata de un asunto legal pendiente", dijo un portavoz de relaciones con los medios a NBC News.
La familia Smart dice que sólo comenzó a entender los fallos de la universidad en mayo de 2023, cuando el presidente de Cal Poly se disculpó públicamente y declaró "[R]econocemos que las cosas deberían haberse hecho de otra manera - y yo personalmente deseo que lo hubieran hecho."
Flores, de 46 años, fue declarado culpable de asesinato en primer grado en octubre de 2022 por un jurado del condado de Monterey. Fue condenado a entre 25 años y cadena perpetua en marzo del año pasado.
Los fiscales acusaron a Flores de matar a Smart durante un intento de violación el 25 de mayo de 1996, en su dormitorio de Cal Poly San Luis Obispo, donde ambos eran estudiantes.
Los fiscales dijeron que Flores fue la última persona vista con una Smart muy intoxicada y la acompañó a su casa desde una fiesta fuera del campus. Los fiscales alegaron que su cuerpo podría haber sido enterrado bajo una terraza detrás de la casa del padre de Flores, Rubén Flores, en Arroyo Grande.
Nunca se han encontrado los restos de Smart. Fue declarada legalmente muerta en 2002.
La familia Smart ha "experimentado un cuarto de siglo de ansiedad, desesperanza, depresión e incluso ideas suicidas relacionadas con el hecho de pensar que Kristin podría volver a casa, sabiendo que su asesino seguía libre y sin poder encontrar su cuerpo", según la demanda.
Ahora, la familia pide un juicio con jurado, así como una indemnización por daños y perjuicios por la cantidad que el tribunal considere adecuada, incluidos los honorarios de los abogados.
Para leer la nota en inglés por NBC News, haz clic aquí.