SAN ANTONIO - Los padres de Erik Cantú, de 17 años, un adolescente que fue baleado y herido por un oficial de San Antonio, anunciaron que ahora está fuera del hospital y en casa con su familia justo a tiempo para celebrar el Día de Acción de Gracias.
Cantú estaba comiendo en el estacionamiento del restaurante de comida rápida McDonald's el pasado 2 de octubre, cuando el oficial de policía de San Antonio, James Brennand, se le acercó y lo confrontó.
Brennand, que estaba allí por un caso no relacionado, abrió la puerta del automóvil. El ahora exoficial le exigió que saliera y Cantú puso el auto en reversa e intentó huir. Fue entonces cuando Brennand disparó varias veces al vehículo.
Cantú sufrió lesiones en los pulmones, el pecho, el estómago y el hígado. El joven se mantuvo bajo recuperación en el hospital y fue dado de alta esta semana.
"Estamos increíblemente agradecidos de que nuestro hijo Erik esté en casa con nosotros. Erik todavía tiene un largo camino hacia la recuperación por delante, pero estamos encantados con su progreso en las últimas dos semanas. Significa el mundo para nosotros que podemos pasar el Día de Acción de Gracias como una familia fuera de los muros del hospital”, lee el comunicado enviado por la familia.
Brennand fue despedido por el Departamento de la Policía de San Antonio días después del tiroteo y fue acusado de dos cargos de delito grave de primer grado por agresión agravada por parte de un servidor público.
"Estamos agradecidos por las muchas bendiciones de esta semana: la fuerza de Erik, todos los que nos han apoyado durante la hospitalización y la gracia de Dios", lee el comunicado.
Después del tiroteo, autoridades publicaron imágenes de la cámara corporal del incidente.
El exoficial fue liberado de la cárcel del condado Bexar con una fianza de $200,000 y su audiencia fijada para el 23 de noviembre fue reprogramada. Ahora espera una nueva fecha para el inicio de su proceso judicial.
