HANFORD, California - Una demanda fue presentada la semana pasada tras la decisión de California de hacerse cargo del monitoreo del uso de aguas subterráneas en parte del fértil Valle de San Joaquín en virtud de una ley histórica destinada a proteger este recurso vital.
La Oficina Agrícola del Condado de Kings y dos propietarios presentaron una demanda por una decisión adoptada en abril por la Junta Estatal de Control de Recursos Hídricos de colocar la subcuenca del lago Tulare en el llamado estado de prueba.
La medida colocó a funcionarios estatales, y no locales, a cargo de rastrear cuánta agua se bombea del suelo en la región. Los funcionarios estatales consideraron que la zona no había logrado elaborar un plan para gestionar el recurso de manera sostenible.
La demanda alega que la medida fue más allá de la autoridad de la junta en "un acto de extralimitación del Estado" que podría devastar el condado mayoritariamente agrícola de unas 150,000 personas a medio camino entre Los Ángeles y San Francisco.
"Esta batalla tiene como objetivo salvar la comunidad del condado de Kings", dijo la oficina agrícola en un comunicado el jueves.
La junta estatal dijo en un comunicado que debe actuar cuando se determina que los planes de aguas subterráneas son inadecuados. "La junta confía en haber aplicado correctamente sus autoridades para proteger los suministros vitales de agua subterránea", indica el comunicado.
Esta es la primera zona de California que pasa por este proceso, según una la ley estatal de 2014, que encargó a las comunidades locales idear planes a largo plazo para mantener el flujo de agua subterránea de manera sostenible después de años de sequía y el bombeo excesivo que provocó problemas con la calidad del líquido y el hundimiento de la tierra.
