CALIFORNIA - Los colegios comunitarios de California están experimentando un nuevo modelo de educación que se basa en las habilidades por sobre las calificaciones, sin embargo, algunos profesores se oponen.
El personal docente del Madera Community College se ha convertido en un feroz oponente, aunque también han surgido problemas con el nuevo modelo educativo en todo el estado.
El modelo conocido como educación basada en competencias consiste en que los estudiantes no reciben calificaciones y no tienen que asistir a clase. Aprenden a su propio ritmo y pueden terminar el curso cuando puedan demostrar que dominan la habilidad o "competencia" requerida.
Los defensores, incluido el gobernador Gavin Newsom, han abogado este tipo de aprendizaje basado en competencias diciendo que es una oportunidad para ayudar a los empleadores y lograr que los adultos mayores que carecen de un título universitario regresen a la escuela. Ya existen modelos similares en otros estados, y en California, el Calbright College es el primer colegio comunitario completamente en línea del estado.
Iniciar estos programas no es fácil. En muchos casos, significa cambiar la acreditación de una universidad, sus contratos de empleados y su sistema de ayuda financiera. Esos cambios requieren la participación de los profesores, y algunos profesores aseguran que es demasiado y muy pronto.
En 2021, los legisladores de California aprobaron más de 4 millones de dólares para ampliar el modelo basado en competencias a ocho colegios comunitarios, incluido el Madera Community College, para el año académico 2024-25.
En una resolución del año pasado, el senado académico del Madera Community College dijo que estaba “profundamente preocupado” por el nuevo modelo después de señalar problemas con el volumen de trabajo que requiere y alegó que los profesores no eran parte de la toma de decisiones.
El programa ha estado en pausa desde entonces, indicó el presidente del Madera Community College, Angel Reyna. Esta primavera, el grupo de profesores, que determina los asuntos académicos del campus, afirmó que quiere que el colegio se retire del experimento por completo.
Estos miembros del profesorado han avivado la ira de los líderes del colegio, los miembros de la comunidad empresarial de la ciudad, el ex alcalde de Madera, Santos García, y la supervisora del condado de Madera, Leticia González, quienes defendieron el programa en una reunión pública.
El mes pasado, el estado aprobó otra inyección de dinero para cada una de las universidades que participan en el programa basado en habilidades, lo que eleva el presupuesto total a casi $9 millones. Inicialmente, las ocho universidades tenían previsto empezar a ofrecer nuevos cursos para el año académico 2024-25, pero el estado concedió una prórroga hasta finales de 2027, ya que solo una escuela, Coastline College en el condado de Orange, estaba preparada para cumplir con esa fecha límite inicial.
Melissa Villarin, portavoz de la Oficina del Canciller de los Colegios Comunitarios de California, reconoció que "hubo un par de retrasos en el cumplimiento de los plazos autoimpuestos" y señaló los desafíos con la acreditación y la ayuda financiera. Madera Community College está "haciendo progresos… aunque a un ritmo más lento", dijo. Madera Community College fue la única universidad que no recibió un premio adicional el mes pasado, pero Villarin aseguró que seguirá siendo elegible para el dinero en el futuro.
Un voto de “no confianza”
El nuevo programa en Madera Community College se centrará en una sola carrera, administración de empresas, y matriculará a sólo unos pocos estudiantes. La matrícula total del colegio es de más de 10.000 inscritos este año académico, lo que no sería un gran impacto.
Pero para el profesorado, es una amenaza existencial. Dicen que la educación basada en competencias ha creado una cantidad abrumadora de trabajo para algunos docentes, responsables de diseñar los nuevos planes de estudio. Les preocupa que el modelo sea tan diferente que podría ser difícil de interpretar para ciertos empleadores o universidades de cuatro años, según las declaraciones hechas por los miembros del Senado Académico de Madera Community College.
El mes pasado, el grupo emitió un voto de “no confianza” al presidente de la universidad, citando el programa de educación basada en competencias como una razón clave.
Las otras siete instituciones se han enfrentado a sus propios obstáculos. “Es un gran desafío”, dijo Leticia Barajas, presidenta del senado académico de East Los Angeles College. “Estás tratando de cambiar por completo los sistemas en un período de tiempo relativamente corto”. Subrayó que el senado de la facultad decidió recientemente trasladar el enfoque del programa de tecnología y logística a biotecnología sencillamente porque el departamento de biotecnología tenía más personal que podía ayudar.
Iniciar un programa basado en competencias es “bastante más desalentador” de lo que la facultad esperaba inicialmente, comentó, pero insistió en que el programa seguiría adelante con su apoyo. “Seguiremos adelante. Nos llevará un tiempo, pero aún así lo lograremos”, recalcó.
Reyna dijo que está pidiendo el mismo enfoque de la facultad en Madera. “Las otras siete universidades están avanzando. Se encontraron con obstáculos y perseveraron, pero por alguna razón, nuestra gente no quiere hacerlo”.
Los líderes del colegio comunitario en Madera dicen que los problemas van más allá de la educación basada en competencias. “Es un problema de gobierno participativo y es un problema de liderazgo”, admite Lynette Cortes Howden, presidenta del senado académico de Madera. En varias resoluciones, el organismo ha dicho que el presidente y otros líderes universitarios violaron la política estatal y universitaria al no consultar con el cuerpo docente antes de impulsar nuevos programas o personal. Aunque el senado académico ocasionalmente señala otros ejemplos, la educación basada en competencias es la principal fuente de tensión.
Antes de que Cortes Howden asumiera su cargo, el presidente anterior del senado académico, Brad Millar, firmó una propuesta en la que acordaba lanzar una educación basada en competencias para el colegio. Pero Cortes Howen argumentó que se suponía que la propuesta debía incluir una resolución completa del senado académico y una descripción de todas las personas que trabajarían en el piloto. Dado que la propuesta carecía de esos anexos, dijo que no es válida.
Colegios comunitarios en California
Mientras Merced avanza, Madera se estanca
En una serie de reuniones tensas este otoño, Reyna dijo que el cuerpo docente está poniendo en peligro la reputación del colegio comunitario y sus objetivos. Señaló una estadística que se cita con frecuencia: 6,8 millones de adultos en California que se graduaron de la escuela secundaria carecen de un título universitario, señalando que este programa se alinea con el objetivo del gobernador de aumentar la cantidad de adultos con títulos universitarios. “Esta es nuestra misión”.
Además del programa piloto de ocho universidades, Madera también forma parte de una subvención federal para apoyar la expansión de la educación basada en competencias en agricultura. Merced College, que se encuentra a menos de una hora en automóvil al norte de Madera, ya lanzó su versión y matriculó a 25 estudiantes, según una publicación de blog en el sitio web de la escuela. Los estudiantes deben demostrar 14 habilidades diferentes, momento en el que recibirán un certificado de “Sistemas Agrícolas”.
Es un motivo de orgullo para Merced College, cuya publicación resalta que el programa es “una bendición para los estudiantes y para la industria agrícola en su conjunto”.
Pero en Madera Community College, el comité de currículo dentro del senado académico aún no ha aprobado el programa de agricultura.
En una reunión celebrada en septiembre con el senado académico de la universidad, Reyna sostuvo que estas iniciativas basadas en competencias tienen como objetivo educar a comunidades desatendidas, como los trabajadores agrícolas. “Es vergonzoso que ignoremos a esta población estudiantil”. Los administradores de la universidad acusaron entonces al senado académico de violar la Ley Brown del estado, que exige el acceso y los comentarios públicos durante las reuniones gubernamentales, y de utilizar su capacidad para emitir votos de censura para atacar a los líderes latinos.
La última palabra en esa reunión la tuvo un miembro de la facultad, William Mask II, que no está de acuerdo con el senado académico de la universidad y apoya la educación basada en competencias. “Hoy han avergonzado a esta institución. La han avergonzado gravemente”, afirmó y salió de la sala. Poco después, Reyna y otros líderes de la universidad lo siguieron.
Esta historia fue publicada originalmente por CalMatters y distribuida a través de una asociación con The Associated Press.