CONDADO TULARE - Las autoridades concluyeron la sentencia de Johnny García, de 39 años, y su esposa Kristy Flores, de 41 años, por delitos, relacionados con pandillas, cometidos en la ciudad de Tulare a fines del 2020.
El 19 de noviembre del 2020, García y Flores, ambos pandilleros de Fresno, se alojaban en el Hampton Inn en Tulare. Alrededor de las 11:00 a.m., García, armado con una pistola semiautomática, disparó contra dos hombres que percibió que estaban vestidos como pandilleros rivales cuando ingresaban a un ascensor.
Una de las víctimas recibió un disparo en el hombro cerca del corazón, mientras que la segunda recibió un disparo en el bazo, rompiéndole dos costillas.
La primera víctima salió corriendo del hotel con García persiguiéndolo. La víctima tenía familiares esperando en un automóvil y pudieron transportarlo de inmediato al hospital.
La segunda víctima escapó a una clínica médica al otro lado de la calle; ambas víctimas sobrevivieron.
Mientras García caminaba por el vestíbulo entre el personal asustado, Flores se reunió con él y los dos regresaron a su habitación en el cuarto piso.
Menos de tres minutos después, Flores salió del hotel junto a la piscina y se dirigió a su automóvil con una bolsa de plástico y una sudadera que García usó durante el tiroteo.
Local
García intentó salir por el vestíbulo, pero fue detenido por agentes de policía.
Flores esperó unos minutos en su automóvil antes de partir y deshacerse del arma de fuego, sin embargo, fue arrestada más tarde ese día después de regresar al hotel pidiendo que la dejaran volver a su habitación.
Más tarde, los forenses mostraron que un casquillo de bala encontrado en la escena coincidía con una bala extraída de una de las víctimas.
El video de vigilancia del hotel capturó gran parte de los movimientos de la pareja sospechosa durante el incidente.
El 30 de julio del 2021, un jurado condenó a García de dos cargos de intento de asesinato con las alegaciones especiales de que él personalmente usó un arma de fuego y le causó graves lesiones corporales, que participó en múltiples actos de terrorismo callejero y que posee una condena previa por un delito grave ( 2004, robo de auto, atraco y asalto con arma de fuego).
Además, fue condenado por posesión de una sustancia controlada (heroína) con un arma de fuego y por ser un delincuente en posesión de un arma de fuego y municiones.
Flores fue condenado por dos cargos de complicidad después del hecho con la acusación especial de participar en terrorismo callejero y posesión de un dispositivo para fumar.
García fue sentenciado a 86 años y cuatro meses a cadena perpetua, mientras que Flores fue sentenciada a cinco años en una prisión estatal.