CONDADO KINGS, California.- Casi una veintena de ríos atmosféricos sacudieron California durante el invierno, dando paso a una emergencia sin precedentes por inundaciones, y al reflote de un lago que se creía desaparecido.
El jefe del Alguacil del condado Kings, David Robinson, mencionó en una conferencia pasada que la cuenca del lago Tulare volvió a llenarse de agua, lo que no sucedía en 40 años. Actualmente esas tierras están dedicadas a la agricultura, las cuales yacen bajo agua.
Es muy probable que tengamos esos niveles de agua hasta el verano, advirtió el mismo Robinson, ya que la nieve acumulada se estará derritiendo por meses. Aunque no se vean lluvias, la vigilancia por inundación se mantiene, comentó la metereóloga Gabriela Dellan.
El lago Tulare solía ser el cuerpo de agua más grande al oeste de Missisipipi para finales del siglo XIX. Previo a 1878, el lago podría alcanzar una extensión de mil millas cuadradas en sus años más húmedos, tan grande como el lago Tahoe.
Para 1938, el lago Tulare fue parte de la travesía del historiador Frank Latta, quien navegó en su bote desde Bakersfield hasta San Francisco. Su propósito no era para nada turístico, sino que quería probar la necesidad de construir presas y diques para manejar posibles inundaciones.
Tribus indígenas solían hacerlo a mediados del siglo XIX, documentó el historiador Latta en una de sus investigaciones sobre el Valle de San Joaquín.
La historia cuenta, descrita en el libro The Heart of California: exploring San Joaquin Valley de Aaron Gilbreath, que para esa fecha el lago ya había sufrido períodos de sequía, sin embargo continuaba siendo un importante cuerpo de agua del centro de California, cuya distancia en temporadas lluviosas podía ir desde Corcoran hasta Kettleman city.
Una vista aérea hacia el sur de Corcoran, muestra la zona inundada a lo largo de la 6th y Quail Avenue.
UN DESHIELO HISTÓRICO
Local
La última medición de la capa de nieve en la Sierra se encuentra al 237 por ciento de su promedio para esta fecha. El Departamento de Recursos del Agua anticipa que las inundaciones registradas en la cuenca Tulare podrían durar hasta septiembre.
Comunidades de Alpaugh, Allenswoth, Three Rivers, Corcoran, Porterville, entre otras, han estado viviendo bajo advertencias y mandatos de evacuación ante la posibilidad del desborde de los ríos y lagos presentes en la zona.
En el primer cuarto del siglo XX, la cuenca de Tulare ya se había secado parcialmente dando paso a una tierra fértil que convirtió el Valle Central de California en uno de los más productivos del mundo.
Lo que vino después fue el auge de la industria agrícola, que sin una adecuada legislación y la paulatina escasez de agua provocó el hundimiento del suelo y una deuda con el acceso de agua potable a las comunidades rurales.
CALIFORNIA AGRÍCOLA
En la mitad del siglo XIX, el cultivo top del estado dorado era el trigo. A principios de los '30, la producción era lideraba por el algodón, el que fue reemplazado por almendros, pistachos, y otros frutos secos, según consta en el informe Historia de la Agricultura en California.
En la década de los noventa, California se convirtió en el estado número uno de leche a nivel nacional, superando a Wisconsin.
Las sequías anteriores han provocado aumentos desmedidos en el bombeo de agua subterránea. Para el profesor de UC Merced e ingeniero ambiental, José Medellín Azuara, el Valle de San Joaquín sufrió por décadas una sobre explotación de las aguas subterráneas debido al crecimiento de la agricultura en la zona, y la cero regulación de los acuíferos.
El experto asegura que la extracción de la napa del subsuelo ha significado "hundimiento de suelo, pozos secos y problema de contaminantes".
De hecho, el Servicio de Geología de los EEUU afirma que para 1970, se había producido un hundimiento significativo de la tierra (más de un pie) en aproximadamente la mitad del Valle de San Joaquín, o alrededor de 5,200 millas cuadradas. En algunos sectores se puede apreciar un hundimiento de hasta 28 pies.