MADERA, California - Con un fuerte Viva México los estudiantes del Mariachi Honor Juvenil del Distrito Escolar Unificado de Madera saludaron a la tierra de sus padres y ancestros.
Este 15 de septiembre inició el Mes de la Herencia Hispana, mes de festejos y celebraciones que buscan reconocer las contribuciones e influencia de los hispanos en los Estados Unidos.
Una de estas tradiciones que traspasa generaciones es la música mexicana y el popular mariachi, ícono cultural que este 16 de septiembre, Día de la Independencia de México, es parte de los festejos patrios.
El grupo juvenil de mariachis del Distrito Escolar de Madera busca precisamente conservar las tradiciones de sus padres y abuelos. Todos los adolescentes miembros de la agrupación nacieron en California, pero dicen que llevan a México en la piel.
"Oigo historias. Y quiero conocer más mis raíces de dónde vengo", comenta Jesús Ortiz.
A través de la musica de mariachi estos jóvenes méxico-americanos afirman que mantienen viva su cultura y conocen más de la tierra de sus padres.
HERENCIA HISPANA
Angie Pimentel, parte del grupo Mariachi Honor Juvenil, dice que "es importante porque es una música muy bonita y siento que a todos les gusta. Por qué no continuar", se pregunta la joven.
Roberto Hernández es el director y profesor del Mariachi Honor Juvenil de las preparatorias del Distrito Escolar de Madera, quien cuenta que su pasión por la música del mariachi nació cuando era un adolecente y audicionó en su escuela para entrar a un mariachi. Desde entonces ha aprendido a tocar todos los instrumentos.
"Crecí escuchando la música clásica mexicana y más cuando mis abuelitos hacían carne asada", recuerda Hernández. Y agrega que siempre les dice a sus estudiantes que cuando "se ponen el traje de mariachi son parte de algo especial que abarca generaciones y que nunca estarán solos ya que tienen una comunidad que los apoya por el resto de sus vidas".
Uno de los objetivos de Hernández es poder llevar a la agrupación juvenil a los grandes escenarios y ensayar duro para competir a nivel local, regional y nacional. Por eso se esfuerzan todas las semanas y después de clases dedican tres horas de su tiempo parar practicar la música, su cultura y tradiciones.
