YOSEMITE, California - Charles Barrett, de 40 años, fue sentenciado a cadena perpetua por el abuso sexual de una mujer dentro del parque nacional de Yosemite en agosto de 2016.
El hombre, que intentó intimidar y acosar a sus víctimas durante años, deberá pasar el resto de su vida en prisión. "El largo historial de violencia sexual de Barrett respalda la imposición de una sentencia de cadena perpetua", dijo el fiscal federal Philip A. Talbert.
El mismo fiscal indicó que el acusado utilizó su condición de escalador destacado para agredir a mujeres que también escalaban, y "cuando sus víctimas comenzaron a contarlo, Barrett respondió arremetiendo públicamente con amenazas e intimidación".
Según consta en documentos judiciales, en agosto de 2016, la víctima visitó el parque Yosemite para pasar un fin de semana de caminata, sin embargo, terminó siendo agredida sexualmente tres veces por Barrett, quien vivía y trabajaba para un negocio privado en el lugar.
Durante el juicio, otras tres mujeres testificaron que Charles Barrett también las agredió sexualmente. Aunque estas agresiones no fueron parte de la acusación, porque estaban fuera de la jurisdicción federal, se admitieron en el juicio como relevantes.
"Estamos agradecidos por el trabajo incansable del equipo de investigación del Servicio de Parques Nacionales y de la fiscalía federal para llevar este caso ante la justicia", dijo la superintendente del parque nacional de Yosemite, Cicely Muldoon.
La fiscalía federal del Distrito Este de California informó a través de un comunicado que en 2017, siete años después de que agredió a una de las víctimas que testificó en el juicio, Barrett se inscribió intencionalmente en el gimnasio para escalar al que asistía la mujer. Barrett terminó acosándola y amenazándola durante varios años, luego que ella revelara la agresión sufrida al dueño del gimnasio con el fin de proteger a otras mujeres.
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En agosto de 2022, fue condenado por amenazas criminales que profirió en enero del mismo año.
Mientras estuvo detenido durante el juicio, Barrett hizo cientos de llamadas telefónicas. "En estas llamadas, no mostró ningún remordimiento ni arrepentimiento. En cambio, amenazó con utilizar la violencia y vengarse contra las víctimas, alegando que diseñaron una conspiración para arruinar su vida", señala el comunicado del Departamento de Justicia.
