MÉXICO - Según las previsiones, la capital del país y el Valle de México ya se encuentran en la semana más difícil de la pandemía por la COVID-19.
"Estamos ya en la meseta, en lo alto", dijo este lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador. "Tenemos una ocupación en terapia intensiva de 75%".
Por ello, el mandatario confió en que pronto habrá un descenso en el número de casos e incluso podrán comenzar a retomarse las actividades económicas y sociales.
"Y si se presentan problemas damos marcha atrás, rectificamos”, añadió.
Pero en tanto, las autoridades llamaron a continuar con las medidas de sana distancia, sobre todo en aquellas zonas donde diversos videos han confirmado que incluso hacen fiestas.
En muchas de estas áreas, la Policía ha sido agredida, como en un municipio del Estado de México, donde destruyeron las patrullas argumentando que los agentes iban a contagiarlos.
A esta altura de la pandemia, en diversos estados han tenido que implementar medidas drásticas para contener el tránsito de la gente, porque a pesar de la fase y gravedad de la situación, la movilidad crece día con día.
En Durango, las advertencias se hicieron efectivas. Todas las noches, las patrullas recorren las calles deteniendo a quienes se oponen a quedarse en sus casas.
Luego un juez determina si pagan una multa, permanecen arrestados durante 36 horas o, como muchos, realizan trabajo comunitario; hecho que ha sido aplaudido por quienes sí guardan la cuarentena.
"Yo creo que está bien, que si no pagan la multa, recojan la basura, que hay mucha", dice Minerva Ortiz, habitantes de Durango.
Las autoridades sanitarias han anticipado que la mitad de los casos se concentran en 50 municipios del país, los cuales tardarán más en regresar a la normalidad.