Varias horas después de que comenzaran los ataques iraníes, funcionarios estadounidenses dijeron que las fuerzas estadounidenses en la región habían derribado varios drones iraníes y también estaban tratando de derribar misiles iraníes con destino a Israel.
"Las fuerzas estadounidenses en la región continúan derribando drones lanzados por Irán que apuntan a Israel", dijo un funcionario estadounidense.
"Nuestras fuerzas permanecen posicionadas para brindar apoyo defensivo adicional y proteger a las fuerzas estadounidenses que operan en la región".
La televisión estatal iraní dijo que “en respuesta a los crímenes del régimen sionista”, Irán había lanzado “misiles y drones en lugares específicos de las tierras ocupadas”.
El ataque se produjo semanas después de que un ataque israelí contra un edificio consular iraní en la capital de Siria, Damasco, matara a dos generales y cinco oficiales del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní (CGRI). Israel no asumió la responsabilidad de ese ataque, pero Teherán juró venganza.
La portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Adrienne Watson, dijo en un comunicado que su equipo de seguridad nacional estaba informando al presidente Joe Biden sobre la situación.
Además, el comunicado decía que el equipo de Biden está en “contacto constante” con funcionarios, socios y aliados israelíes.
Las fuerzas estadounidenses en Irak y Siria, así como los buques de guerra estadounidenses en la región, son parte del esfuerzo para frustrar el ataque iraní, dijeron funcionarios estadounidenses.
Entre ellos se incluye el USS Carney, un destructor que ha participado en la destrucción de misiles y drones en el Mar Rojo disparados por fuerzas hutíes respaldadas por Irán desde Yemen.
Estados Unidos ha manifestado su apoyo a Israel y ha trabajado para persuadir a Irán de que no llegue a una escalada significativa que podría derivar en una guerra en toda regla entre Irán e Israel.