BOGOTÁ, COLOMBIA — Dos presuntos responsables de participar en el secuestro de los padres del futbolista Luis Díaz fueron enviados a la cárcel por decisión de un juez colombiano, según informó el miércoles la Fiscalía, que atribuye a uno de ellos ser el nexo con una persona cercana a la familia que facilitó información de las víctimas.
Andrés Alcires Bolívar, alias “El Negro”, y Marlon Rafael Brito, alias “Marlon”, son señalados de mantener contactos con integrantes de la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) para planear y ejecutar el secuestro perpetrado el 28 de octubre en Barrancas, un pequeño poblado de La Guajira, al noreste de Colombia.
Luis Manuel Díaz Jiménez y Cilenis Marulanda, los padres del jugador del club inglés Liverpool y la selección Colombia, fueron secuestrados en una estación de gasolina por hombres armados en motocicletas.
Marulanda recuperó su libertad pocas horas después pero el padre estuvo cautivo por 12 días a manos del ELN, grupo armado que actualmente mantiene una mesa de diálogo con el gobierno.
Díaz fue liberado el 9 de noviembre en inmediaciones de la Serranía del Perijá, fronteriza con Venezuela, a donde acudieron en un helicóptero facilitadores de la Iglesia católica y las Naciones Unidas.
Los dos implicados rechazaron los cargos por secuestro, fabricación, tráfico y porte de armas de uso privativo de las Fuerzas Armadas o explosivos.
La Fiscalía detalló en un comunicado que alias “El Negro” era un comerciante en Maicao, La Guajira, que habría sido contactado en julio por un miembro del ELN para que le ayudara a secuestrar los padres de Díaz.
Luego se habría trasladado hacia Barrancas, donde convenció de participar en el plan a “una persona que tenía cercanía con la familia Díaz”, de la cual no se reveló su nombre, para conocer las rutinas de las víctimas.
Alias “Marlon” habría ayudado en la logística del secuestro, lo que incluía planear el engaño bajo el que fueron llevados Díaz Jiménez y Marulanda hacia la estación de gasolina.
De acuerdo con la Fiscalía, los padres del futbolista fueron allí para atender una supuesta promesa de apoyo a la candidatura de un familiar que aspiraba al Concejo de Barrancas, dado que al día siguiente se celebrarían las elecciones locales en el país.
El secuestro de los padres del futbolista generó una crisis dentro de la mesa de negociación entre el gobierno colombiano y el ELN, grupo que justifica dicha práctica como una forma de financiar su accionar ilegal. La delegación gubernamental, por su parte, ha exigido la liberación de decenas de secuestrados y el fin de ese delito.
El gobierno anunció que las conversaciones de paz se retomarían el jueves en México. Sin embargo, las partes no han divulgado el lugar y la hora en la que se instalaría el encuentro.
