El fundador de WikiLeaks, Julian Assange regresó el miércoles a su país, Australia, a bordo de un avión chárter horas después de declararse culpable de obtener y publicar secretos militares estadounidenses.
El avión de Assange llegó a la capital australiana, Canberra, procedente desde las Islas Marianas del Norte, donde se declaró culpable ante un tribunal de distrito estadounidense de conspirar para obtener y difundir ilegalmente información clasificada en 2010.
La corte de EEUU reconoció los cinco años que pasó en una prisión de Londres luchando contra su extradición a Estados Unidos y le permitió regresar a Australia sin cumplir más pena de cárcel.
"Tras casi 14 años de detención arbitraria en Reino Unido, y 5 años en una prisión de máxima seguridad por su trabajo innovador, Julian Assange ha regresado a casa en Australia", subraya WikiLeaks en su cuenta de X.
Assange, a quien se espera recojan en el aeropuerto su esposa, Stella Assange, y sus dos hijos, tiene previsto ofrecer una rueda de prensa en un hotel de la capital australiana en un par de horas, su primera comparecencia frente a los medios desde que fue puesto en libertad el lunes en Reino Unido.
El activista, periodista y "hacker" australiano, de 52 años, compareció a primera hora del miércoles en el tribunal federal estadounidense de las Islas Marianas del Norte en Saipan, donde la magistrada Ramona Villagomez aceptó los términos pactados entre el Departamento de Justicia de EE.UU. y la defensa de Assange.
Conforme al acuerdo, por el que Assange se declaró hoy culpable de conspirar para obtener y divulgar documentos clasificados de EE.UU., Villagomez condenó a Assange a 62 meses de cárcel, reconociendo el tiempo ya cumplido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh (Reino Unido), por lo que quedó en libertad.
La defensa del australiano solicitó celebrar la vista en este territorio estadounidense por su proximidad con Australia y porque Assange no deseaba viajar a suelo continental de Estados Unidos.
Este episodio pone fin a una saga de 14 años que comenzó en 2010 con la mayor filtración de documentos clasificados de la historia de Estados Unidos, al revelar ataques a civiles en Irak y en Afganistán, así como el maltrato de presos en Guantánamo, entre otros asuntos.
Tras la filtración, Suecia emitió una orden de arresto por cargos de abuso sexual, que posteriormente fueron retirados. Assange se refugió en 2012 en la embajada de Ecuador en Londres, hasta que en 2019 fue arrestado por autoridades británicas, pasando los últimos cinco años en una cárcel de alta seguridad.