MONTREAL, Canadá — El asesino serial canadiense condenado Robert Pickton, que llevó a víctimas femeninas a su granja de cerdos durante una ola de crímenes cerca de Vancouver en la década de 1990 y principios de la del 2000, murió el viernes en prisión tras ser atacado por otro reo, informaron las autoridades.
Un recluso de 51 años fue puesto bajo custodia por la agresión del domingo en una prisión de Quebec, señaló Hugues Beaulieu, portavoz de la policía
Pickton, de 74 años, fue declarado culpable de seis cargos de asesinato en segundo grado y sentenciado a cadena perpetua en 2007, con el periodo máximo de inelegibilidad para la libertad condicional de 25 años, luego de que fue acusado de asesinar a 26 mujeres.
La policía comenzó a registrar la granja de Pickton en el suburbio de Port Coquitlam, en Vancouver, hace más de 22 años en lo que sería una investigación de varios años sobre las desapariciones de decenas de mujeres.
Los restos o el ADN de 33 mujeres, muchas de las cuales fueron recogidas en el área de Downtown Eastside en Vancouver, se encontraron en la granja de cerdos de Pickton en Port Coquitlam, en la Columbia Británica.
En una ocasión se jactó ante un agente de policía encubierto de haber matado a un total de 49 mujeres.
La policía de Vancouver fue criticada por no tomar en serio los casos, ya que muchas de las desaparecidas eran trabajadores sexuales o consumidoras de drogas.
El Servicio Correccional de Canadá anunció el lunes que un recluso había sido enviado al hospital tras un grave ataque en la institución de máxima seguridad de Port-Cartier, a unas 300 millas al noreste de la ciudad de Quebec.
El martes, el servicio penitenciario confirmó que Pickton era el recluso herido en un grave asalto el domingo y que ningún miembro de su personal estuvo implicado en el ataque.
La policía provincial de Quebec dijo que las heridas del recluso se consideraban potencialmente mortales y finalmente le provocaron la muerte el viernes.
Las víctimas confirmadas de Pickton son seis: Sereena Abotsway, Mona Wilson, Andrea Joesbury, Brenda Ann Wolfe, Georgina Papin y Marnie Frey.
Cuando Pickton fue sentenciado, el juez James Williams, de la Corte Suprema de la Columbia Británica, dijo que se trataba de “un caso poco frecuente que justifica adecuadamente el periodo máximo de inhabilitación para la libertad condicional de que dispone el tribunal".